El primer principio liberal es el respeto por las libertades individuales. Hace poco, en una de esas conversaciones por los grupos de chat interminables sobre política, alguien tuvo que recordármelo ante mi crítica de la salida de algunos altos cargos de Ciudadanos al PP, sin ni tan siquiera pasar por la casilla de salida. Que verdad y que bien me vino ese recordatorio, pues parece que muchos liberales estamos tan mediatizados por el ambiente político de nuestro país que ya hasta olvidamos nuestros propios principios liberales.

Sin olvidar esos principios de libertad individual no podemos ni tan siquiera cuestionar, o al menos no deberíamos, las posiciones de unos y otros y tal vez, en referencia a muchos excompañeros del viaje que emprendimos en el ámbito de Ciudadanos, aquellos que nos dejan, que salen de las filas o simplemente que son críticos con nuestro modelo de partido, desde fuera o desde dentro, deben ser respetados como individuos.

Nadie pone en duda su libertad, ni hay en sus acciones posible crítica, el individuo elige su destino, su camino y la forma de hacerlo. Este principio Liberal debe ser inviolable y muchas veces debemos de recordarlo cada vez que nos referimos a ellos. La crítica a estas personas, su descalificación o simplemente el desprecio, no debe de tener lugar.

Es igual de cierto que el mismo principio de la libertad del individuo, además del de sus ideas también existe el de expresión, todos podemos y debemos expresarnos desde nuestra misma posición liberal y con libertad. Lo cierto es que expresarse es también una acción voluntaria del individuo y esta no puede verse forzada o alentada, si alguien no se quiere expresar, que no lo haga, está en su derecho y como liberales también debemos de respetar esa opción.

No obstante, a mi como liberal, me gustan tanto los silencios como las expresiones, pero también me gusta ante todo el comportamiento ético, dado que como decía, el Juez de la Corte Suprema de Estados Unidos, Potter Stewart, reconocido por su moderación y centrismo ante la confrontación en la propia sede de la Corte Suprema, “La ética es conocer la diferencia entre lo que tienes derecho de hacer y lo que es correcto”.

Guardar silencio es un derecho de su propia libertad que tienen todos los que se han llamado a sí mismos liberales y que han sido ilustres figuras que defendían es término y modelo político. Si así quieren, que guarden silencio ante la situación por la que atraviesa Ciudadanos, como principal partido de representación del Centro Liberal Progresista, al que ellos mismo le pusieron esos apellidos. Mi pregunta es ¿es ético ese silencio atronador?

Tomar distancia y apartarse de la primara fila de la política es en esencia una medida ética que Albert Rivera tomo de forma consecuente con todo aquello que había defendido y pregonado durante sus años al frente de Ciudadanos.

Ahora bien, cuando los medios acechan a Ciudadanos, cuándo se intenta desestabilizar por algunos el partido que ha sido tu casa, con el claro objetivo de dañar su integridad y futuro, antes que anteponer las libertades individuales está la ética. ¿Es ético guardar silencio, si tu silencio puede interpretarse por algunos como una aceptación a las publicaciones que te posicionan en el PP en un futuro cercano? Esa noticia, de no ser cierta o siéndolo, tiene un único objetivo, hacer daño al Centro Liberal Progresista en España. Tal vez yo no sea tan ultra liberal como para anteponer mis derechos individuales a lo correcto, espero que Albert Rivera también reaccione y también haga lo correcto y rompa su silencio atronador.